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Atlas

by Catorce

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1.
Iconoclasta 05:05
¡Reza por verte completo! Y empieza a ver, empieza a correr. ¡Ata tu cuerpo en la noche! Y empieza a correr, empieza a correr. Si nadie nos desea, un sueño, por el que oír esos cantos de sirena del año dos mil. Si mañana el destino nos enseñara a huir hacia tiempos donde nunca podríamos repetir. ¡Que estamos dormidos y morimos al despertar, este es mi delirio, mi única forma de protestar! Y en cada parte de esta joven piel, reconozco esa voz: "es hora de creer". ¡Es hora de creer! Si pudiera equivocarme y volver a construir ese templo de raíces, te borraría de mí. Hoy elijo mi destino, hoy elijo hacia dónde ir, hoy elijo ser así. Y en cada parte de esta joven piel, reconozco esa voz: "es hora de creer".
2.
Me sentaré en la montaña y hoy veré caer imperios sin nombre. Estandartes de papel, fáciles de arder. No tienen tiempo, no tienen tiempo... ¡Que se haga! ¡Que se haga! ¡El fuego! ¡El fuego! Y arrastre tras de mí... ¡Lo muerto! ¡Lo muerto! ¡El fuego! ¡El fuego! Que me haga resistir... Desde aquí, puedo ver cómo todo arde. La ilusión por crecer, quizá llegue tarde. Manos sucias, su color es el de la sangre. Pueblo yermo, imperio de un corazón cobarde. Y consideraré bañar mi cuerpo en fuego, para no caer. Mandad mis restos lejos. Al Norte, al norte. No sé a dónde, no sé a dónde. Pero al norte, más al norte; donde el hielo me corone. ¡Que se haga! ¡Que se haga! ¡El fuego! ¡El fuego! Y arrastre tras de mi... ¡Lo muerto! ¡Lo muerto! ¡El fuego! ¡El fuego! Que me haga resistir... Mudarán de piel, rebeldes del porqué. Ellos traerán de nuevo el fuego... Ese fuego, ese fuego, fuego!
3.
Hoy quisiera decirte que no puedo más, en los trozos del mundo que tú querías crear. "Hoy no puedo más", grité al viento que me hizo cambiar. Y en esta noche, puedo al fin gritar que se nos hizo tarde. Perdimos la cuenta atrás, en esta ocasión. Hoy quisiera decirte que no voy a cambiar, esos trazos del día en que tú quisiste volar. "Hoy voy a saltar", dije sin miedo al oscuro mar. Y en ésta noche, puedo al fin gritar que se nos hizo tarde. Perdimos la cuenta atrás, en esta ocasión.
4.
Libres 04:05
Desde este lugar pudimos crear el sueño. No hubo oración, nadie escuchó sus ruegos. El gigante cayó y en el cielo, se abrió la puerta y amanecimos los dueños de esta libertad. El cielo y la tierra eran nuestros, saludamos al mundo y por fin aceptó. ¡Por fin aceptó! Desde este lugar, Atlas mostró el cielo. Su puerta se abrió y al fin liberó lo cierto. Reyes al fin, ¡sin dioses que rezar! Reyes al fin, ¡este es nuestro lugar! ¡Este es nuestro lugar! El gigante cayó y en el cielo, se abrió la puerta y amanecimos los dueños de esta libertad. El cielo y la tierra eran nuestros, saludamos al mundo y por fin aceptó. ¡Por fin aceptó!
5.
Marzo 04:07
No queda nada ya por ver, el equilibrio se quebró, comunicados tristes en las distorsiones del televisor. Quizá ser joven no siente bien, no estamos listos para aprender que el motivo de todo no es caer, que si algo queda roto lo recompondré. No reconozco en mí tu piel, antes te recordaba tan bien. Hoy es tan triste no saber dónde vives o si todo te va bien. Quizá crecer sea lo mejor, que no queden huellas de esta habitación; y aunque no recuerde cuál es tu canción, quizá no olvide cuál es tu color. Quizá no queden viajes por hacer, quizá el recuerdo borre toda la sed; podría hablarte de todo lo que hice bien, pero no quiero volver, no quiero volver. Aquella calle nos enseñó que a veces perder es lo mejor... perderme en esta intensidad, no quiero volver, no quiero volver.
6.
Caminantes 03:46
¡Fuerza ven a mí! Se está abriendo la disputa por triunfar y no saben, no saben… que esta es nuestra idea, promesas de un mundo por llegar! ¡Cuesta respirar así! No hay manos para enterrar sus muertos. Visten de verde nuestro silencio. No nos quedan más luces en el cielo. Sólo una canción sin melodía. Guardad esta emoción, nos quedan vías. Vivid para luchar, muramos otro día. Abren sus cuerpos, pero no hay sangre. Vacíos por dentro, aún caminantes. No nos quedan más luces en el cielo. Sólo una canción sin melodía. Guardad esta emoción, nos quedan vías. Vivid para luchar, muramos otro día. ¡Fuerza ven a mí! ¡Ya estamos aquí!
7.
Eran días grises, no había nadie más. Bajo el cielo triste, allí estabas tú… y dijiste: "creo que el mundo nos dejó atrás, hace tanto que olvidé respirar. Te devuelvo tus ojos, ¿para qué mirar? Si nadie nos salva, ¿para qué mirar? Si no somos nada, ¿para qué mirar?” Desde la estación, te vi no volver. Los ojos que un día creí conocer. Puede que lo sientas, puede que hoy te mientas. No está de más el saber si esta tensión es por hacer que te marches sin decir si yo fui tu misión, si rompí tu creación. Quiero saber… Desde la estación te vi no volver. Los ojos que un día creí conocer. Puede que lo sienta, puede que hoy te mienta. Los días grises que conocieron los días tristes. ¿Dónde queda todo? Somos lo que somos cuando cae la lluvia. Y si la luz nos deja correr tras la tormenta en campos de batalla donde no seamos armas.
8.
Desde lejos llegó la memoria de lo incierto; pero lo cierto, es que crecer es un don al que no estamos hechos hasta que hemos muerto… me cansé de esperar. De recordar y olvidar que debo ir más allá, trascender fuera del papel, y con esa intención y unos ojos en los que encontrarme después, podré renacer. Dudaría al pensar si es el camino correcto o el incorrecto, pero hoy es fácil saltar al vacío sin el miedo de perdernos. Me cansé de soñar con volver hacia atrás, imaginé crecer y ser el narrador de mi canción. Y recordar y olvidar que debo ir más allá, trascender fuera del papel y con esa intención y unos ojos en los que encontrarme después, podré renacer. Y si al final quedara tu voz en los restos de mi vieja ilusión, la haría tal vez más mía al pensar que nada se irá en realidad.
9.
Quisimos crecer, cuando nadie confiaba en volver a ver la insigne canción bajo los viejos focos de esta nación. “Estamos aquí… después de tanto, seguimos aquí”. Alzad las manos, esto es la ciudad. Quemadlo todo, volvamos a empezar. La serpiente nos dirá dónde habrá una mecha que encienda mi humanidad. Dijiste que era fácil, pero no sé a dónde irá este mundo que crearon nuestros padres. Y al final, la insigne melodía supo retumbar en los oídos de la historia. Y la verdad, no sé dónde ir. Esta ciudad, ya no es para mí. Alzad las manos, esto es la ciudad. Quemadlo todo, volvamos a empezar. La serpiente nos dirá dónde habrá una mecha que encienda mi humanidad, que me guíe a la verdad. El piano empieza a arder y en sus teclas deja ver que todo va a ir bien en esta nueva piel. La Historia empezaré y con el fuego enseñaré que todo va a ir bien.
10.
Batalla 06:04
Y llegué al final… nada entre los dos, frente a frente y sin mucho que decir. Y llegué al final, donde estabas tú. Y en la inmensidad me dijiste adiós. Prometo no llorar, soy tan viejo para eso. Prometo no llorar, soy mejor que todo eso. Y es cierto… con tu nombre escribiré todos mis versos, todos mis sueños. No hay nada que perdone la emoción de no estar ileso. Quizá mañana, con el tiempo ese ladrón olvide tus versos, olvide tus gestos. Quizá mañana, pero hoy estás aquí y duele perderte. Lentamente puedo verte marchar. Y es cierto, no querría algo mejor que salir ileso. Ardiendo, recordaría lo mejor si pudiese hacerlo, pero no eras eso. Y el día se fue sin saberlo, como nuestros sueños. Y el día puso fin al reino, devuelto a lo inmenso. Y llegué al final…

about

Desde las murallas de un mundo que era nuestro, vimos los fuegos. Allá, a lo lejos, en el horizonte donde el mar y el cielo se encontraban. Y vimos al gigante, al titán...

Atlas había sido derrotado y, por primera vez, el cielo y la tierra eran uno. Los dioses, al fin, no fueron sobrehumanos y los hombres, por fin, fuimos iguales a ellos.

Los mares, los vientos, los árboles y todas las cosas nos pertenecieron; dejando claro a los antiguos señores de todo que, realmente, lo único que tenían era nada.

Y fue entonces cuando verdaderamente, los hombres fuimos dioses… Y fue entonces cuando pudimos ser hombres, al fin.

credits

released April 22, 2015

Catorce son: Jaime Ladrón de Guevara Lozano - Voz y guitarra. José Miguel Ocón Espinar - Bajo. Antonio Salas Pérez - Batería.

Colaboran: Joaquín Sánchez - Coros en “El tiempo del fuego” y en “Libres”. Arturo Prada - Teclado y arreglos en “En esta noche”, “Naves en llamas” y “Batalla”. Lou Diletti - Voz en “Los días grises”. Juan A. Soler “Kantz” - Voz en “Naves en llamas”.

Producido por: David Bernabé, Fernando Moreira, Raúl Pérez y Catorce.

Concepto, diseño y maquetación: Víctor García-Tapia (Sing & Design).

Grabado, mezclado y masterizado por: Raúl Pérez en La Mina Estudios (Espartinas, Sevilla) durante el mes de Agosto de 2013.

Todos los temas compuestos e interpretados por Catorce.

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thebravesrecords AL, Spain

AS BRAVE AS YOU. Los Bravos Iglesia. Sello independiente desde 2014.

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